El Prismático es el blog de opinión de elDiario.es/aragon.
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Llega el momento de decidir a qué colegio apuntas a tus hijas e hijos y hay muchas cuestiones que cada familia valora y comenta con otros padres y madres para tomar la decisión.
Una de las cosas de las que se habla y que parece que produce preocupación entre las familias es el salto al instituto a una edad temprana. Los padres y madres tenemos esa tendencia a protegerlos y siempre los vamos a ver más pequeños de lo que son, “para mí siempre será mi bebé”.
Pero es importante para crecer afrontar retos que se ajusten a sus posibilidades y oportunidades diferentes para desarrollarse y conocer el mundo.
El salto al instituto representa esa oportunidad. Es un reto controlado donde nuestros hijos e hijas adquieren más autonomía y, por tanto, la necesidad de aumentar su propia responsabilidad.
Salir del colegio de pequeños para ir al instituto les permite ampliar su círculo de amistades y es una oportunidad de cambio de dinámicas o de roles adquiridos para poder ejercer otros.
Los institutos públicos, además, posibilitan la más amplia oferta de formación ya que hay alumnado suficiente para poner en marcha las diferentes materias optativas y las diferentes vías formativas que les permite ejercer la libertad de estudiar lo que mejor se les da o por lo que sientan vocación.
Defiendo con vehemencia que escuela pública es el mejor sistema educativo que ha demostrado corregir las desigualdades sociales e impulsar el desarrollo integral del alumnado posibilitando los apoyos que cada uno necesita y cada día trabajamos para que esta cuestión mejore.
Por eso, en estos días de reflexión antes de que empiece el proceso de escolarización invito a las familias a sacudirse el miedo como criterio y a apostar por un centro educativo que no suponga una segunda hipoteca con los “gastos voluntarios” y que permita integrarse en el barrio donde se reside porque desde el colegio se tejen redes que implican a toda la familia.
Os animo a matricularos en la pública, la de todos y todas, un lugar de encuentro entre las personas que coexisten en una sociedad cada vez más plural y multicultural y que nos permitirá construir sociedades de paz entre iguales, algo más necesario que nunca.
* Marga Deyá es responsable de Derechos Sociales de IU Aragón.
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